Archive for junio, 2012

SILOGISMOS: 

SILOGISMO 1:

Beber alcohol mata a las neuronas..

..las neuronas que mueren son las mas débiles..

..si mueren las más débiles quedan las mas fuertes e inteligentes..

            Conclusión: cuanto más alcohol bebo más inteligente me hago.
SILOGISMO 2:

Cuando bebemos alcohol en exceso acabamos borrachos..

..cuando estamos borrachos dormimos…

..mientras dormimos no cometemos pecados..

..si no cometemos pecados vamos al cielo..

Conclusión: para ir al cielo hay que ser un borracho.

SILOGISMO 3:

Hoy en día los trabajadores no tienen tiempo para nada.

Sin embargo sabemos que los vagos tienen todo el tiempo del mundo.

El tiempo es dinero.

Por tanto los vagos tienen más dinero que los trabajadores.

Conclusión: para ser rico no hay que trabajar.

SILOGISMO 4:

Imagínate un trozo de queso suizo todo lleno de agujeros..

..cuanto mas queso mas agujeros..

Cada agujero ocupa el lugar en el que debería haber queso..

..por tanto, cuanto mas agujeros menos queso..

Cuanto más queso, más agujeros y cuanto más agujeros menos queso..

Conclusión: cuanto mas queso menos queso.

SILOGISMO 5:

Pienso, luego existo…

Las rubias tontas no piensan, por tanto, las rubias tontas no existen..

Mi amigo dice que no es gay porque sale con una rubia inteligente…

Si una rubia inteligente saliese con mi amigo sería una tonta..

Como las rubias tontas no existen, mi amigo no sale con nadie..

Conclusión: mi amigo es gay!!!

SILOGISMO 6:

A quien madruga Dios le ayuda…

Quien madruga duerme por la tarde…

Quien duerme por la tarde no duerme por la noche…

Quien no duerme por la noche sale de juerga..

Conclusión: Dios ayuda a los que salen de juerga.

SILOGISMO 7:

Dios es amor…

El amor es ciego..

Steve Wonder es ciego..

Conclusión: Steve Wonder es Dios! :O

SILOGISMO 8:

Siempre me dicen que soy un don nadie..

Nadie es perfecto..

Luego, yo soy perfecto..

Pero solo Dios es perfecto..

O sea…yo soy Dios..

Uhmmm…si Steve Wonder es Dios…

Yo soy Steve Wonder!!!

Mierda!!!…soy ciego!!!

Tango

Aún la recuerdo alejándose al sol. Su vestido rojo carmesí bailaba al son del viento. Y ese día el viento tenía ritmo de tango. Un tango triste, de esos, en que la voz de su cantante suena rota, suave y lenta donde los bailarines se mueven con suaves idas y venidas.

Ese día no hubo gritos ni enfados. Simplemente entró, recogió sus cosas y antes de irse se acerco a mí y me beso. Comenzamos a llorar los dos, mientras nos desnudábamos lentamente, sabiendo que sería la última vez que lo haríamos. En silencio nos hicimos el amor como nunca lo habíamos hecho. Sus ojos rebosando lagrimas no se apartaron ni un segundo de mis ojos. 

Antes de salir de la cama me besó tiernamente, como si fuera el prologo del tango que la acompañaría en su despedida. Se vistió en silencio. Su vestido rojo carmesí le sentaba mejor que nunca. Y así, sin decir nada, salió de casa y la vi perderse en la calle, al sol, al ritmo de un maldito tango.

Ariel II

Llega a casa después de un largo día. Venía pensando en la piscina, pero hoy el día no acompaña. Las nubes cubren el cielo y se acumulan cada vez más amenazadoras. Se pone una pequeña rebeca y sale a su jardín. Descalza anda por el césped disfrutando de su tacto fresco. Bordea la piscina y mete un pie dentro del agua. El agua fría eriza toda su piel con un escalofrío que cruza su espalda. Decide merendar, entra a casa y vuelve junto a la piscina con un platano en la mano. Sonríe y recuerda aquel tiempo en el que podía comerse un platano sin ningún chiste de por medio. Se sienta al borde de la piscina con los pies dentro del agua. Comienza a llover, y mientras se va calando poco a poco, disfruta de su platano. Ve pasar a su gata disparada camino a casa. A ella no le gusta el agua. Cuando su gata esta bajo techo se le queda mirando por la ventana. Estará pensando, -Estos humanos están locos…

«Ariel»

Llega a casa después de un largo día. En la entrada se detiene un momento a oler las flores que empiezan a florecer. En estas fechas su entrada se llena de colores vivos. Entra directa a su cuarto, y por el camino deja caer la carpeta, las llaves. Se suelta el pelo sin dejar de dar vueltas por el cuarto. Saca su bañador. Pone la música a todo trapo y se empieza a desnudar mientras va al baño a quitarse el maquillaje. El reguero de ropa te lleva hasta ella, delante del espejo, moviendo su cuerpo al ritmo. Deshace sus pasos y cuando llega junto a su bañador, mientras canta como una posesa, pasa de él. Se encamina hacia la cocina. Abre el congelador y se agacha para coger un helado y de paso se recrea con el fresco que desprende. Ya en el patio, agradece vivir en alto, donde por suerte, no hay nadie que la pueda ver, y desnuda sin pensarlo dos veces y con el helado en la boca, se lanza a la piscina. Buceando la cruza hasta el otro lado. Allí, junto a las escaleras, se sienta. A dejado medio cuerpo fuera del agua. Se recuesta y disfruta del helado. Su cuerpo esbelto y blanco marfil, brilla bajo el sol, y las gotas de agua parecen pequeñas perlas que disfrutan cada centimetro de esa piel. Se va terminando el helado mientras los rayos del sol secan y calientan su piel. Con el helado ya terminado vuelve a sumergirse en el agua.

Cuando bucea así, tan blanca, tan suave en sus movimientos, me recuerda a «Ariel». Sale del agua se ducha y entra en casa.